Después de la crisis del coronavirus, todos hemos sufrido un encierro obligatorio que nos ha hecho recapacitar sobre si nuestra vivienda se adaptaba a esa situación y si realmente reunía las condiciones suficientes para nosotros y nuestra familia.
En Studi Inmobiliaria hacemos un repaso de lo que demanda el nuevo comprador.
Aunque logremos superar esta pandemia, hay cierta incertidumbre porque ya hemos vivido un confinamiento, y nadie nos asegura que no vaya a haber otro más, por eso, los nuevos compradores se decantan por viviendas donde poder disfrutar del aire libre.
Hay gente que por circunstancias personales o laborales prefieren el centro de la ciudad, pero ahora buscarán pisos con terraza o con balcón, para aquellos que por preferencia o porque el teletrabajo se lo permita, puedan comprar en la periferia, buscarán casas más grandes y con jardín.
Un espacio al aire libre permite tener:
- Luz solar, que permite que podamos disfrutar fuera cuando el tiempo lo permite y que es saludable para nuestro cuerpo y nuestra mente.
- Contacto con naturaleza, evidente en el caso del jardín, pero que también puedes trasladar a un balcón o una terraza decorándola con plantas para tener ese toque natural.
En general, la gente se decantará por viviendas más flexibles, con menos paredes, que permitan optimizar y organizar los espacios en función de las necesidades del momento y de la familia.
Cobra una enorme importancia el hecho de que el recibidor sea independiente en la casa para poder descalzarse y dejar todos los complementos y ropa que saquemos a la calle para no introducir el virus en casa. Asimismo, la cocina debe ser grande y con una buena capacidad de almacenaje y tiene que contar tanto con habitaciones como con aseos extra. Lo primero para adaptar el espacio a nuestros hábitos (despacho, sala de juegos, gimnasio) y el segundo por si algún miembro de la familia se pone enfermo y hay que aislarlo.