Contar con un contrato que formalice los derechos y deberes de propietario y arrendatario es muy recomendable y, en ocasiones, imprescindible en el alquiler de habitaciones cuando se comparte piso.
Alquilar una habitación no es sólo cosa de estudiantes. Cada vez son más las personas que optan por compartir piso por diversos motivos: laborales, separaciones, soledad, para afrontar los gastos de una vivienda y la propia renta de alquiler.
Estudios recientes apuntan a que en el Estado español sólo un 10% de las personas que comparten piso corresponde a estudiantes. Otros motivos para optar por alquilar una habitación son movilidad laboral y también separaciones recientes de pareja. Un fenómeno emergente es el de las personas mayores, que optan por alquilar una habitación tanto por motivos económicos como por hacer frente a la soledad. Y otro perfil que toma fuerza a la hora de compartir piso corresponde a las personas mayores de cincuenta años.
Todos estos motivos llevan al auge de esta práctica muy consolidada en otros países europeos. Hay que tener en cuenta los pasos que debemos dar para evitar sorpresas. Te explicamos cuáles son los tipos de contrato de alquiler de habitación y sus ventajas para proteger derechos y deberes, tanto del arrendador o propietario de la vivienda como del inquilino o arrendatario de la habitación.
Qué tener en cuenta a la hora de alquilar una habitación.
Consejos para inquilinos
• En caso de subarrendamiento. Si la persona que te alquila la habitación no es el propietario de la vivienda, la acción que se va a llevar a cabo es un subarrendamiento. Quien te alquila la habitación debe tener el consentimiento del propietario y siempre por escrito.
El precio de la habitación no puede superar el precio total del arrendamiento del piso o vivienda alquilada.
• Tienes derecho a pedir que se formalice el contrato por escrito (te los explicamos a continuación).
• Compartir piso y fianza. Para alquilar una habitación pueden pedirte una fianza. Si es así, debe quedar constancia de ese dinero que cedes en depósito. Habrá que incluirlo en el contacto.
• Sobre el pago de los servicios (agua, luz, internet, gas). El pago de esos gatos deberá responder a lo pactado con los compañeros de vivienda.
Tipos de contrato para el alquiler de habitaciones y pisos compartidos
- Contrato verbal de una habitación. El contrato verbal de una habitación es muy frecuente pero poco recomendable. En caso de tener cualquier obstáculo – ya se sea por parte del propietario como del inquilino– será de difícil solución si no se dispone de algún documento por escrito. En caso de contrato verbal, es necesario disponer como mínimo de un recibo que acredite el pago de la renta.
- Contrato de Alquiler Parcial. Este tipo de contrato se aplica cuando la persona propietaria alquila una habitación y conviven arrendador y arrendatario. El propietario puede haber efectuado uno o varios contratos de alquiler parcial a la vez en la misma vivienda. Si es así, en cada contrato deben especificarse los espacios comunes y propios en cada caso.
Formalizar un contrato riguroso con los derechos y deberes de las partes aporta tranquilidad y fortalece la mutua confianza.
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- Contrato en caso de Subarrendamiento: La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) recoge explícitamente el subarrendamiento. Se trata de la facultad del inquilino para subarrendar una parte de la vivienda que la persona previamente ha alquilado en su totalidad. Esta acción siempre debe realizarse con el consentimiento previo y por escrito de la persona propietaria.
Hay que tener en cuenta que:
1. El subarrendamiento solo puede ser parcial ·
2. Cuando el contrato de subarriendo tenga una duración inferior al del contrato de alquiler deberá especificarse en el acuerdo de subarriendo tanto el día de inicio como el de finalización.
- Contrato de alquiler de vivienda entera con pluralidad de personas arrendatarias. Es aquel contrato en el que más de una persona figura como arrendataria o inquilina de un inmueble determinado. Todas tienen los mismos derechos y obligaciones: la renta, la fianza y los gastos se reparten proporcionalmente. En caso de impago, si el contrato no indica lo contrario, la persona propietaria deberá reclamar a cada uno su parte.
Recuerda:
Un contrato riguroso y profesional en el que se detallen los derechos y deberes de propietario y inquilino en los diferentes situaciones de habitación de alquiler o piso compartido aporta mucha tranquilidad y fortalece la confianza mutua. En Studi, Administramos tu tranquilidad, ¿hablamos?
